Om Shanti Shanti Om
Buenas tardes a todos, espero que estéis bien, vuestras familias y vuestros seres queridos también, que os estéis cuidando mucho, que es lo que hay que hacer en este momento. Hoy y durante este fin de semana vamos a hacer tres cosas, tres cosas muy simples. Primero y principal vamos a voltear nuestra atención, vamos a dejar de poner nuestra atención en el mundo, en todas esas cosas que están pasando, en todas esas cosas que pasan siempre, en todas esas cosas que la mente nos dice que son tan importantes que sepamos lo que está pasando, que nos enteremos, que sepamos que está ocurriendo. Vamos a olvidarnos de eso por un rato, y vamos a voltear nuestra atención, y vamos a mirar hacia adentro de nosotros, que de la misma forma que cuando miramos hacia el mundo vemos un montón de cosas pasando, cuando volteamos nuestra atención y empezamos a ver, en nuestro corazón encontramos un gran vacío, un vacío precioso, lleno de paz, lleno de amor, lleno de sabiduría. En ese vacío nos vamos a sumergir, a ese vacío vamos a ir. La mente os va a sacar, os va a sacar, va a hacer lo que pueda para sacaros de ahí, y vosotros vais a dar la vuelta, y vais a volver a sumergiros, en ese vacío que está dentro de vuestro corazón, en ese sitio de paz donde todo es perfecto, y lo vamos a estar haciendo constantemente. Hoy y durante este fin de semana. La otra cosa que vais a hacer va a ser rendiros, rendir, rendir todo, rendir todo lo que creéis que sois, rendir todo lo que os han dicho que sois, rendir todo lo que os han dicho que queréis, lo que os han dicho que necesitáis, os han dicho que es imprescindible para poder tener paz, y todo eso es mentira. Vamos a entregar todo eso, toda esa basura que nos hemos estado metiendo en nuestro corazón, diciendo que eso es lo que necesitamos, que eso es lo que nos hace falta, vamos a rendirlo, vamos a entregarlo, vamos a decir “aquí está, no me ha servido para nada, le he hecho caso a la mente, y no me ha servido para nada, y aquí estoy, un montón de años después y sigo en lo mismo”. Entregarlo, probad lo único que no habéis hecho en todos esos años. Es decir “esto no me sirve, esto no me ha servido, esto no sirve para nada” Y lo entrego, y me olvido, lo entrego.
Y la tercera cosa que vais a hacer es abriros, abriros a recibir, abrir hueco, quitar toda esa basura, echarla fuera, y abrir un vacío dentro de vosotros, para que se llene con todas las cosas que la gracia tiene para vosotros, con todo eso que os habéis ganado, simplemente por ser. Toda esa paz, todo ese amor, toda esa sabiduría que estáis buscando y que ya tenéis, pero lo que tenéis que hacer es sacar la basura, sacar la basura, tirarla al contenedor, sacar ese vacío y la gracia se va a encargar de llenarlo, de llenarlo de paz, de llenarlo de cosas bellas, de cosas que involucran tu vida, que involucran la vida de tus seres queridos, que involucra la vida del universo. Abriros a lo que la gracia os está dando todo el tiempo. Todo lo que necesitáis os lo está dando, y vosotros le estáis diciendo “no, no quiero eso, porque yo tengo un plan, porque yo tengo un plancito que yo hice, desde pequeño hice un plan, y voy a seguir ese plan” ¡Pero lleváis muchos años siguiendo ese plan! y ese plan nunca se cumple, ese plan nunca ha servido para nada, es hora de tirarlo a la basura, es hora de tirarlo al contenedor, y dejar ese vacío para que la gracia lo llene. Y eso es lo que vamos a hacer.
(Largo silencio)
Y para poder sumergiros en vosotros mismos, para poder rendiros, para poder abriros a recibir todo eso tan maravilloso que está para vosotros, lo único que tenéis que hacer es quitar a la mente de en medio, es no dejar que la mente se meta, que lo va a hacer, y lo ha estado haciendo toda vuestra vida. Tenéis algo que hacer y la mente se mete por en medio y dice, “dámelo a mí que yo lo hago”. Y no lo hace, no sale, nunca funciona, cuando las cosas se las dais a la mente para que la mente lo haga, nunca funciona, hay que quitar a la mente del medio. Si todo lo que os estoy diciendo aquí se lo dais a la mente, para que la mente lo ejecute, ya sea en este momento o para después, no va a funcionar, porque le estáis dando el poder a lo que os está esclavizando, la mente os está esclavizando, y si le dais más poder os va a esclavizar más. No hacerle caso, todo lo que yo diga no tratéis de entenderlo, no trateis de recordarlo, no trateis de darle vueltas en la cabeza, por que se lo estáis entregando a la mente, simplemente dejar que pase por vosotros, no tenéis que recordarlo, no tenéis que seguirlo, lo que tenga que pasar va a pasar por sí mismo, solo. Quitar a la mente del medio, no tratéis de darle vuelta, no tratéis de pensar, no tratéis de juzgar, porque entonces no estáis consiguiendo nada. Vacío, nada, dejar que todo pase, es simplemente darle vuelta a vuestra atención, esa atención que está ahí en el mundo, que en este momento está viendo esa pequeña camarita que está encima de vuestro ordenador, o de vuestro teléfono. Eso, darle la vuelta, y empezar a mirar hacia adentro, y vais a sentir un vacío, un vacío precioso, un vacío donde os podéis lanzar, donde os podéis sumergir, donde os podeis tirar, porque no tiene fondo, no vais a daros un golpe, no va a pasar nada, es infinito, es lo que vosotros sois. Sumergiros, nadar, jugar, haced lo que queráis, es infinito, es lo que sois, y lo único que tenéis que hacer es no pensar. Y si pensáis no importa, simplemente os dais cuenta de que estáis pensando y decís “ah, estoy pensando, pues, voy a dejar de pensar, voy a darle la vuelta a mi atención y me voy a sumergir otra vez en este maravilloso vacío” Y la mente se va a meter y os va a sacar y no pasa nada, volvéis a decir “ay mira, la mente se metió, me hizo pensar en esta cosa, me hizo pensar en aquello, y simplemente decir “¡ya! paro, darle la vuelta, y me voy a sumergir en lo que yo soy, en ese vacío maravilloso que es lo que yo soy”
(Largo Silencio)
(Suena música en la calle)
Los vecinos están un poco aburridos (Luis se ríe) lo hacen todos los días, pero vamos a aprovechar para rendirnos, para rendirnos, aprovechar que estamos sumergidos en este vacío, en este vacío de paz para desde ahí, rendirnos, para desde ahí entregar todo lo que nosotros creíamos que era importante, todo lo que nosotros pensábamos que hacía que fuéramos lo que somos, porque al sumergirnos en ese vacío nos damos cuenta que todo eso era mentira, que nada de eso servía para nada, vamos a entregarlo, vamos a aceptarlo, y como os dije antes, no intelectualmente, no mentalmente, no hagáis un recuento mental de todas las cosas, todos nuestros planes, todo lo que queríais ser y nunca pasó, todas esas cosas para después entregarlo, porque no va servir de nada, porque se lo estáis dando a la mente para que la mente lo haga, y la mente no lo va a hacer. Sumergiros, dar la vuelta a vuestra atención, sumergiros en ese vacío, y cuando estéis en ese vacío os vais a dar cuenta que todos esos planes, todas esas cosas que os hacían tan importantes, no servían para nada, ni siquiera existían, porque creías que todas esas cosas eran importantes para tener paz, y lo único importante para tener paz es darle la vuelta a vuestra atención y sumergiros, todas esas cosas todos esos planes, todas esas cosas que queríais hacer, no os dieron lo que queríais. Es tan simple como dar la vuelta y sumergirte, y en ese momento te das cuenta que rendirse no cuesta nada, porque no sirvió de nada, porque todo esto que estoy rindiendo, no sirvió de nada, es basura, y se la estoy entregando a la gracia, y la gracia a cambio me va a dar paz. Entregaros, rendiros. Esto es como en la guerra, para que haya paz, alguien tiene que rendirse, y tienes que ser tú.
(Largo Silencio)
Y una vez que nos sumergimos en ese vacío que somos, una vez entregamos toda esa basura, que nos dijeron que era importante pero que nos hemos dado cuenta que no lo es, la tiramos al contenedor, queda un espacio, un espacio de silencio, un espacio de paz. Lo que queda por hacer es abrirnos a recibir a que la gracia nos dé lo que nos toca, lo que sea. La gracia siempre nos da lo perfecto, siempre, y cuando nos abramos, siempre y cuando aceptemos, siempre y cuando no digamos, “esto sí, eso no, esto me gusta, esto estaba en mi lista de las cosas importantes y esto no estaba, esto no lo quiero, esto sí lo quiero” No puedes hacerlo, porque no recibes nada, vuelves otra vez a tu lista, vuelves al contenedor, recoges la basura, la vuelves a llevar para casa, la vuelves a meter y vas a seguir tratando de hacer las mismas tonterías que has estado haciendo toda tu vida. ¡Para ya! Sumérgete, entrega la basura y ábrete, ábrete a la paz, ábrete a la felicidad, ábrete al saber de verdad, simplemente abriéndose, y no metas a la mente. Ese es el truco, no metas a la mente, ábrete, ábrete, siente como te abres, como se abre tu corazón y como recibes, y vas a recibir lo perfecto siempre.
(Largo silencio)
Y así se encuentra quien eres, así te das cuenta de qué eres en realidad, haciendo esas tres cosas. La más importante, voltear tu atención, dejar de hacerle caso al mundo, dejar de hacerle caso a todas esas músicas que te venden cosas, que te cuentan cosas, y en el fondo nada, no hay nada. Lo importante es sumergirte en quien eres, en ese vacío, en ese vacío de paz, sumergirte y, desde ahí, puedes hacer lo que sea, desde ahí puedes dejar que todo pase tal como es, desde ahí, desde ese vacío, desde ese vacío vas a poder recibir, todo lo que el universo tiene para ti, todas las cosas maravillosas que tiene el universo para ti, que no has estado recibiendo porque estabas pendiente de una pequeña lista que habías hecho sobre las cosas que querías que pasaran, sobre las cosas que querías que pasaran en tu vida, que pasaran con tu familia, que pasaran con tus hijos, y nada de eso ha pasado. ¡Ya, para! ¡Para ya! ¿No te has convencido ya que no sirve de nada?.
Y eso es lo que vamos a hacer este fin de semana, vamos a voltear nuestra atención, vamos a entregar todos esos planes, y vamos a dejar que la gracia llene ese vacío con lo que la gracia le dé la gana, eso es lo que vamos a hacer todo el fin de semana. Nada complicado, nada de grandes ideas, de grandes teorías, simplemente es voltear tu atención y sumergirte, y de ahí ya vas a ver que es muy fácil entregarte y muy fácil abrirte.
Om Shanti Shanti Om
Luis de Santiago
Satsang La Coruña 24 de Abril 2020