Tratar de explicar lo que no tiene explicación es una tarea inútil. Pero el Advaita hace muchos siglos descubrió que era mas efectivo explicar lo que no es. Así lo que queda, por inexplicable que sea ES. En Advaita lo llaman “Neti, Neti” que significa: “Ni esto, ni aquello”. 

Para definir Satsang su traducción del sánscrito es algo así como “En presencia de la verdad”. Lo que no dice mucho precisamente. Pero podemos decir lo que no es Satsang: 

• No es un grupo de estudio. 
• No es una meditación en grupo. 
• No es una lectura de textos de Maestros muertos. 
• No es una sesión de preguntas y respuestas. 
• No es una charla ni conferencia. 
• No se utilizan técnicas ni métodos. 
• No se hace nada con el cuerpo. 
• No se hace nada con la mente. 
• No se comparte nada entre los asistentes. Ni estos aportan nada excepto su presencia. 

Para que este encuentro sea verdaderamente Satsang es imprescindible la presencia de un ser que se ha liberado de la esclavitud de la mente. 

En Satsang todo sucede de manera espontánea. Lo poco o mucho que diga el Maestro le sobreviene en el momento, sin preparación ni guión. 

Lo que se comunica en Satsang no tiene nada que ver con palabras o conceptos. Ni siquiera las experiencias compartidas por el Maestro importan. Algo inexplicable sucede: la mente se acalla y una sublime sensación de paz y bienestar emana del Maestro e impregna a la mayoría de los asistentes. Los sinceros en su búsqueda. 

Todo esto ocurre sin ningún control o decisión por parte del Maestro, simplemente ocurre. Algo mas poderoso hace que ocurra. La ciencia lo descarta, la filosofía no lo puede explicar, la religión lo condena, la espiritualidad moderna lo hace a un lado. Pero sucede, vaya que si sucede. 

Advaita lleva mas de cinco mil años contagiándose de maestro a discípulo. Satsang es el evento en que este contagio ocurre.

Luis de Santiago